«¿Es el análisis una cripta?»
por Carlos Llanes - 25/11/2022 4:00 pm

“-¿Qué es un fantasma? Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez, un instante de dolor, quizá algo muerto que parece por momentos vivo aún, un sentimiento, suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar. Un fantasma, eso soy yo” El espinazo del diablo (Dir. Guillermo del Toro, 2001) El trabajo en la clínica psicoanalítica es un trabajo a diario con la muerte, con los muertos, con los fantasmas que cada analizante lleva a sesión y de los muertos muy vivos para ellos. Es un trabajo con las pérdidas, donde los propios fantasmas del analista se ponen en juego, sus propios muertos y sus propias pérdidas. En este sentido el consultorio se vuelve una especie de mausoleo, donde los muertos y fantasmas del analizante y del analista se encuentran y edifican una obra, una construcción mediante el juego transferencial, las pasiones que se crean y reactualizan durante el análisis buscan un cauce, un camino, buscarán su descarga, si lo logran ¿esto les permitirá descansar en paz?. En 1916 en una conferencia pronunciada ante sus colegas judíos de la B´nai B´rith titulada “Nosotros y la muerte”, Sigmund Freud destaca la importancia de la imposibilidad de representar la propia muerte, además habla de la muerte concebida desde el punto de vista de los judíos y la importancia del legado que se deja en la tierra para el muriente y la angustia que genera el ya no ser recordado en el mundo terrenal, algo que pareciera no sólo aplica para el judaísmo sino para la humanidad en general, sin duda el espacio de análisis parece el lugar ideal para el trabajo de esta angustia, una angustia que no sólo está presente en los murientes o los denominados “pacientes terminales”, sino en todo sujeto que llega preguntándose al consultorio ¿tengo o no tengo?, ¿me ama o no me ama?, ¿soy o no soy?, ¿existo o no existo?. Es en esta misma conferencia donde Freud menciona por primera vez su frase “Si quieres soportar la vida, prepárate para la muerte”, una frase de la cual se puede interpretar de varias maneras, una lectura es que solo dándole el lugar que merece la muerte como parte de la vida y de nuestro inconsciente podemos respetarla a tal modo que eso mismo nos permitiría vivir, circular por la vida hasta que llegue el momento de la finitud. En este sentido intentaré abordar varios aspectos donde muerte, fantasmas, inconsciente, sexualidad, se entrelazan y se viven en el trabajo psicoanalítico, si esto es así, si los fantasmas no descansan, si lo muertos resucitan, si los duelos se reavivan, entonces ¿el análisis es una cripta?.

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